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Estilo de vida

Cuánto necesitan dormir los niños en ciertas etapas de desarrollo

Foto: Ilustración

¿Cuánto sueño necesitan los niños en un determinado período de desarrollo? ¿Cómo establecer límites e introducir reglas para dormir? ¿Cómo pueden los padres fortalecer el manejo del ritmo de sueño de su bebé?

El sueño es la principal actividad del cerebro durante el desarrollo temprano. El ritmo de la vigilia y el sueño está regulado por el ritmo del día y la noche, y los dos ritmos tardan algún tiempo en armonizarse.

Esto comienza a ocurrir después de unas seis semanas de nacimiento, e incluso los ciclos se determinan después de un promedio de tres a seis meses. Hacia el segundo año, la mayoría de los niños pasan más tiempo durmiendo que despiertos y, según algunos estudios, el 40 por ciento de su tiempo lo dedican a dormir.

El sueño es especialmente importante para los niños, ya que afecta directamente a su desarrollo físico y mental.

Distinguimos dos tipos de sueño:

1. Fase no REM o sueño pasivo durante la cual aumenta el suministro de sangre a los músculos, se conserva la energía, se restauran y crecen los tejidos y se secretan hormonas para el crecimiento y el desarrollo.

2. La etapa REM o sueño activo durante la cual el cerebro está activo y luego soñamos. Nuestro cuerpo está quieto y nuestra respiración y pulso son irregulares.

Los bebés pasan el 50 por ciento de su tiempo en cada una de estas etapas, alternándolas aproximadamente cada 50 minutos. En promedio, a los seis meses de edad, la etapa REM ocupa alrededor del 30 por ciento del sueño. Cuando un niño llega a la edad preescolar, las etapas se alternan aproximadamente cada 90 minutos.

En los recién nacidos, los ciclos de vigilia y sueño van acompañados de una sensación de hambre, necesidad de ropa y atención. En total, duermen de 10.5 a 18 horas diarias, a intervalos irregulares con periodos de vigilia de una a tres horas.

Los niños en edad preescolar suelen dormir entre 11 y 13 horas por noche. Después del quinto año, la mayoría ya no duerme durante el día. A medida que se desarrolla su imaginación, las pesadillas son comunes y algunos comienzan a soñar.

Los períodos de sueño pueden durar desde unos pocos minutos hasta varias horas. Durante el sueño, suelen estar activos, tumbados, moviendo brazos y piernas, riendo, olfateando y, en general, inquietos.

Después de seis meses completos, las tomas nocturnas ya no son necesarias y muchos bebés duermen toda la noche. En el 70 al 80 por ciento de los niños, esto sucederá a los nueve meses de edad.

Al igual que ocurre con los recién nacidos, a esta edad sería buena idea acostar a los niños en el momento en que notes que tienen sueño y están cansados ​​pero aún están despiertos. Mantenga el mismo sueño todos los días, y la habitación donde duerme el bebé debe ser tranquila, oscura, para que no se interrumpa el sueño del bebé.

Los niños de esta edad necesitan dormir entre 12 y 14 horas al día. El sueño "diurno" ahora dura constantemente de una a tres horas. Se debe tener cuidado de que el niño no duerma tarde por la tarde ya que esto puede retrasar el momento adecuado para dormir por la noche, ya que el niño no está cansado y duerme lo suficiente por la noche.

Las pesadillas son comunes a esta edad. Es necesario mantener un horario de sueño y permitir que el niño duerma en el mismo lugar todo el tiempo.

Durante este periodo, los niños suelen tener algún objeto de seguridad determinado, como una manta o un peluche para dormir. Siéntase libre de dejar que se los queden.

Lo que usted, como padre, debe hacer para que un niño en edad preescolar duerma bien:

1. Mantenga un horario de sueño adecuado y estable; - Fomentar algunas rutinas de sueño relajantes que se realicen en la habitación donde duerme el niño (leer un cuento, cantar, escuchar música, etc.);

2. Asegúrese de que su hijo duerma todos los días en el mismo lugar, que sea tranquilo, pacífico, oscuro y libre de televisores y computadoras. Por último, es necesario recalcar que cada niño es único, diferente y especial. Como ocurre con todo, estas diferencias también se han observado en los hábitos de sueño.

3. No existe una receta infalible para criar a un niño que duerma bien. La única solución es intentar enseñarle desde pequeño hábitos de sueño saludables que puedan durar toda la vida.

4. Duerma y descanse cuando su hijo duerma (tanto de día como de noche).

5. Apaga tu teléfono.

6. Posponga obligaciones que no tenga que cumplir de inmediato (los platos sucios no 'irán' a ninguna parte).

7. Pasa un tiempo contigo mismo: sal a caminar, llama a un amigo, ve de compras, porque si tú no estás bien, tu hijo tampoco lo estará.

8. Para ayudar a tu hijo a desarrollar el hábito de dormir por la noche, debes dedicarle más tiempo durante el día y mantenerlo activo, y a medida que se acerca la noche, el ambiente alrededor del niño debe ser todo tranquilo.