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Dos décadas de la decisión que abrió las puertas europeas al balonmano kosovar

Balonmano

Hace dos décadas, el 18 de diciembre de 2004, la Federación de Balonmano de Kosovo se convirtió en miembro con derechos condicionales, es decir, miembro asociado de la Federación Europea de Balonmano (EHF). La decisión fue considerada histórica en ese mundo y sigue siendo considerada muy importante.

Los equipos kosovares de balonmano comenzaron con apariciones en competiciones europeas en la siguiente edición, 2005/06. De hecho, éste fue el principal valor de la decisión: romper con muchos años de aislamiento de los clubes de balonmano kosovares.

De las federaciones deportivas kosovares, sólo la de tenis de mesa fue aceptada anteriormente, en 2002.

La admisión condicional de la FHK a la EHF estuvo precedida por una larga y bastante activa campaña de lobby. Los entonces dirigentes de la FHK, el presidente Mejhid Devaja y el secretario general, el ahora fallecido Izet Gjinovci, mantuvieron durante muchos años numerosos encuentros con los dirigentes de las federaciones nacionales, pero también con los dirigentes y dirigentes de la EHF. .

La decisión se tomó en el Congreso Extraordinario de la EHF celebrado en Budapest.  La decisión se tomó con 20 votos a favor, diez abstenciones y seis en contra, escribe la historia del balonmano kosovar publicada en el sitio web oficial de la EHF.

Mejhid Devaja, a través de una publicación realizada el miércoles, escribió que esa decisión cambió la historia del balonmano kosovar.

"Hoy nos detenemos a reflexionar sobre un acontecimiento que no sólo cambió la historia del balonmano en Kosovo, sino que se convirtió en la piedra angular de la internacionalización de nuestro deporte en general. Hace exactamente 20 años, el 18 de diciembre de 2004, la Federación de Balonmano de Kosovo fue aceptada en la Federación Europea de Balonmano, convirtiéndose en la primera federación deportiva de equipo de Kosovo que rompió el aislamiento y abrió una nueva ventana al mundo".  escribió Devaja. "Ese día fue la realización de un sueño, pero también la culminación de un camino difícil, lleno de innumerables desafíos, enfrentamientos y sacrificios. Era la época en la que el nombre de Kosovo en el ámbito internacional no era reconocido oficialmente, en la que nuestra identidad necesitaba una voz y en la que cada paso para salir de la sombra del olvido requería un coraje indomable y una visión clara", continúa el artículo de Mejhid Devaja. .

A la espera de la decisión de la EHF, el representante de Kosovo en balonmano participaba en un torneo internacional en Luxemburgo.

Ali Salihu, exjugador de balonmano de Kosovo, recordó ese momento.

"Sonó un teléfono en una de nuestras mesas y nos dimos cuenta de que era una llamada de los dirigentes de nuestra Federación de Balonmano,  que asistieron al próximo congreso de la EHF en Budapest. Recibimos la noticia de que fuimos aceptados en EHF. Empezamos la fiesta. Los jugadores de balonmano holandeses que estaban en la misma sala que nosotros y contra los que íbamos a jugar esa noche reaccionaron un día de forma un poco extraña ante nuestra fiesta, pero luego se alegraron y celebraron con nosotros. Esta noticia nos dio alas. Ganamos a los holandeses 30:26. Esa noche probablemente ganaríamos a cualquier equipo, estábamos muy motivados", escribió Salihu.

Pasó otra década después de esa decisión antes de que la FHK fuera plenamente aceptada en la EHF. La decisión se tomó en septiembre de 2014, antes de que Kosovo fuera reconocido por el Comité Olímpico Internacional.

El equipo Besa de Peja, entonces conocido como Besa Famiglia y ahora como Besa Famgas, disputó su primer partido en la Copa de Europa. El 3 de septiembre de 2005, Besa se reunió en Peja con el equipo holandés Bevo Pannningen. Perdió 29:28 en un hermoso ambiente deportivo.

Desde hace dos décadas en el panorama europeo, los clubes de balonmano kosovares no han dado grandes pasos. La mayoría han sido superadas por un rival europeo, mientras que el segundo rival de cada edición era insuperable. Se esperaba una afluencia significativamente mayor cuando se tomó la decisión.

Pese a ello, aquella decisión del 18 de diciembre de 2004 sigue siendo una de las más importantes de la historia del balonmano, pero también del deporte kosovar en general.