En los días buenos, en los fríos y en los más difíciles, hay miembros de la Asociación de Búsqueda y Rescate de Kosovo, que están preparados para cualquier situación para ofrecer su ayuda incondicional.
Desde que comenzó la temporada de esquí en Brezovica, allí se encuentra Ardijan Grazhda, quien aprendió el deporte del esquí desde pequeño. Además del talento, el gran deseo de salvar vidas fue otro de los motivos para unirse al equipo de búsqueda y rescate.
"Estoy en Brezovica desde que era niño, cuando aprendí a esquiar, conozco todo el terreno, cuando hubo un caso en el que alguien se perdió en la niebla o tuvo un problema. Como sociedad que ha conocido la montaña, hemos salido a buscarla. Siempre nos llamaban porque éramos esquiadores divertidos, pero también salvamos gente. Estamos aquí hasta que se derrita la nieve, desde las 9, que empieza a funcionar el teleférico, hasta que se detiene, estamos aquí y somos los últimos en caminar en cuanto vemos la montaña donde no hay nadie", destaca Grazhda.
Dice que como conoce bien la zona de Brezovica y pasó a formar parte de la asociación, también asistió a una formación más avanzada en búsqueda y salvamento.
"Desde que ayudamos entré a formar parte de la asociación y ahora voy a los entrenamientos con la KSF, no me malinterpreten, he entrenado con equipos para eventos de avalanchas y ahora es la cuarta temporada que estoy en esto asociación. No hay mejor manera de salvar una vida, por amor a la montaña ahora estamos ayudando a la gente y afortunadamente tenemos buenas condiciones”, afirma.
Grazhda habla del caso más difícil vivido en Brezovica, cuando perdió a su amigo.
"Recuerdo a mi amigo Arian Daci, esquiamos juntos desde pequeño, ese día me invitó a ir a esquiar, era fin de semana, cuando pasó su caso fui el primero en rescatarlo, pero no pudo venir y murió a causa de la avalancha. En ese momento ni siquiera teníamos buenas condiciones. También recuerdo a otro amigo mío de Ferizaj que no pudo escapar, estos son los casos más dolorosos para mí", dice.
E Rojhens Canie de Pogradeci es otro voluntario de la asociación. Dice que los kosovares le enseñaron a esquiar y ahora él les devuelve las gracias salvando vidas en Brezovica.
"La razón por la que elegí Brezovica es porque me gusta esquiar. Los albanokosovares me enseñaron que somos buenos nadando pero no esquiando. Ahora formo parte de la asociación, me gusta ser humano, hemos ayudado a los turistas y ellos nos lo agradecen”, subraya Canie.
Durante 4 temporadas como voluntario en la asociación, Roxensi cuenta el caso en el que salvó a unos extranjeros, y todavía lo aprecian y se mantienen en contacto.
"El caso más interesante fue el de los soldados polacos de la KFOR, no estaban bien y los bajamos, sentí que tenía que intervenir y ayudar, fue un desafío, pero al mismo tiempo fue lindo cuando me escribieron y me dijeron "Me dicen que soy bienvenido y quieren conocerme, me dijeron que tengo la puerta abierta de su casa", declara.
Dushan Mirkovic dice que esquía constantemente y trata de ver de cerca a cada turista, siempre que sea necesario está dispuesto a ayudar.
"Soy Dushani de Shtërpca, trabajo aquí desde hace 4 años, estoy en la asociación para ayudar a los demás, hago todo lo que sea necesario en caso de lesiones o incluso si alguien se pierde. Siempre estamos al servicio de los turistas y visitantes, normalmente salgo al campo y observo el lugar si alguien lo necesita, luego intervenimos inmediatamente y si es necesario lo enviamos a la ambulancia", subraya Mirković.
La Asociación de Búsqueda y Rescate de Kosovo está repartida por todo el país y, cuando es necesario, se moviliza inmediatamente por su parte. Desde que la asociación inició su labor, recientemente, las ganas de jóvenes voluntarios que quieren sumarse y al mismo tiempo sumar equipos que faciliten la búsqueda y el rescate son cada día mayores.