El calor es peligroso y a menudo mortal, especialmente para los niños y los ancianos.
Sin embargo, el riesgo para la salud no sólo proviene del calor durante el día, sino también de las altas temperaturas nocturnas.
Riesgos para la salud por el calor nocturno
El golpe de calor es más que común no sólo durante el día sino también durante la noche. Ocurre cuando la temperatura corporal sube a 39.5 grados.
Este temblor se acompaña de náuseas, dolor de cabeza, mareos o pérdida del conocimiento.
Las personas afectadas por enfermedades cardíacas u obesidad corren mayor riesgo de sufrir las consecuencias negativas del calor, no sólo durante el día sino también por la noche.
El riesgo es alto por la noche, cuando la persona está dormida y no está lo suficientemente descansada.
Esto sucede porque la persona no es consciente de las fluctuaciones de temperatura nocturnas y del impacto en la salud.
Los expertos aconsejan evitar actividades físicas extenuantes antes de ir a dormir siempre que la temperatura corporal aún no haya bajado.
Los expertos advierten que las zonas urbanas son auténticas islas de calor en verano, mientras que la vida en las zonas rurales es más fresca.
Además, las áreas con poblaciones de más de 1 millón de personas tienen temperaturas que son entre 1.8 y 5.8 grados más altas que otras áreas.
Esta situación se complica por la noche, cuando la temperatura puede alcanzar hasta 22 grados más que en el campo.
Por la noche, los edificios de las ciudades liberan el calor acumulado durante el día, por lo que el cuerpo humano tiene dificultades para recuperarse de una exposición prolongada al sol diurno. /Agroweb