El conjunto “Liburn Jupolli” es un grupo musical post-estilístico que desafía las fronteras de los géneros y reúne a músicos de diferentes escenas. Por ello, ha estrenado la obra “Tales of Scapes”, que desafía las formas tradicionales del concierto, pero también la música misma. Los miembros del conjunto se sumergen en un juego musical que incluye una conversación entre el pasado y el futuro: por un lado, el laúd y el violín de pastor; por otro, sintetizadores, ordenadores portátiles y una colaboración con inteligencia artificial a través de “Suno AI”.
En el escenario del Teatro Nacional de Kosovo, iluminado con colores oscuros que han creado una atmósfera ritual y futurista al mismo tiempo, el conjunto "Liburn Jupolli" ha estrenado el espectáculo "Tales of Scapes", un espectáculo sonoro y escénico que desafía las formas tradicionales de concierto, construyendo un universo donde la electrónica, los instrumentos inventados y la música post-estilística crean una experiencia que es más vivida que escuchada.
Todas las obras pertenecen al álbum debut del conjunto, que saldrá en unos meses, y este estreno se produjo en el marco de la 13ª edición del festival feminista internacional “FemArt”, tras el estreno que tuvo en Corea del Sur.
El conjunto “Liburn Jupolli” es un grupo musical post-estilístico que desafía las fronteras de los géneros y reúne a músicos de diversas escenas como el jazz, el metal, la electrónica, el folclore balcánico, la música clásica contemporánea y el pop experimental. Fue fundado por el compositor e innovador Liburn Jupolli y funciona como un laboratorio de sonido que utiliza instrumentos tradicionales inventados y tecnología digital para crear un nuevo lenguaje musical.
El martes por la noche, vestidos con ropas ceremoniales, los miembros del conjunto se sumergieron en un juego musical que implicó una conversación entre el pasado y el futuro: por un lado, el laúd y la flauta de pastor; por el otro, sintetizadores, computadoras portátiles y una colaboración con Inteligencia Artificial a través de "Suno AI". El propio Liburn Jupolli, en el centro de la actuación, tocó el piano, el theremín, el laúd, el çifteli y el sintetizador, liderando un conjunto que incluía músicos como Yllka Simnica en flauta, kaval y ocarina; Galdon Reçica en el instrumento Octo inventado por Jupolli y con sharki; Fisnik Behluli en trompeta; Philip Konrad Labhart de Suiza en trompeta y flauta shoka; y Granit Havolli en batería y percusión.
El espectáculo, descrito como un "viaje escénico post-estilístico", ha experimentado deliberadamente con la estructura y el contenido musical. No se ha ceñido a las reglas de la construcción clásica ni a la división por tipo de música, sino que se ha desarrollado a través de sonidos que han creado nuevos paisajes. El público que lo presenció no esperaba una narrativa clara, sino una extensión de la sensación, donde el sonido de la ocarina del difunto Shaqir Hoti se entrelaza con señales sonoras creadas por un algoritmo.
Durante más de una hora, el conjunto ofreció sonidos que transformaron la percepción espacial y temporal del público. En este inusual diálogo entre música, escenario y tecnología, "Tales of Scapes" demostró el compromiso de Jupolli con la exploración artística continua, un compromiso que trasciende fronteras estilísticas, temporales o tecnológicas.
En un momento especial de la función, como invitado, el escritor y actor Shpëtim Selmani, en el centro del escenario —sin máscara, vestido de blanco y negro en contraste con la vestimenta ritual del conjunto—, se levantó y, con un micrófono, pronunció una serie de poderosas frases relacionadas con la guerra, el arte y el dolor global. Su monólogo se centró en la destrucción del arte, ilustrada con expresiones de desastres humanos, entre los que mencionó las ruinas de Gaza, la crisis del grano en Ucrania y otras tragedias de proporciones políticas y humanas. El tono del discurso fue irónico, provocador y claramente crítico con Israel y Rusia, denunciando poéticamente el papel de las potencias en la destrucción de la vida y la cultura.

Otro momento triste y emotivo de la actuación fue cuando la música Arbresha Latifaj, con un velo negro, tomó el centro del escenario y comenzó a cantar solo con su voz, sin decir palabra. Su voz, lenta y profunda, parecía provenir de otro mundo, como un lamento por una gran pérdida. Bajo la tenue iluminación y el humo que se desplazaba lentamente sobre el escenario, su figura creó un estado ritual, donde la música se transforma en oración y el dolor en arte. Este ritual fue un momento donde el silencio del público se convirtió en parte de la actuación, mientras Kolë Laca, miembro del dúo "Shkodra elektronik", tocaba el piano.
Tras la presentación de "Tales of Scapes", Liburn Jupolli compartió una mirada a fondo al proceso creativo del conjunto y su experimentación con inteligencia artificial como cocreador musical. Explicó que la aplicación "Suno" se utiliza para crear atmósferas únicas durante la actuación.
Aquí tenemos 'Sunna' como aplicación, que mediante texto, como muchos de los GPT actuales, crea diferentes momentos, a los que se les puede asignar género, duración, texto, etc. Lo usamos principalmente para crear diferentes atmósferas que se escuchan. Esta vez lo usé solo, otras veces lo desarrollamos para que sea una parte estándar, donde ciertos momentos durante la interpretación, como en el jazz por ejemplo, que son desconocidos debido a los diferentes desarrollos que ocurren durante la canción, se los dejamos a la Inteligencia Artificial. Lo que se asigna es la escritura, que se entrega en hojas a cada intérprete y se les indica cuándo tocar esa indicación, creando así una música inédita", explicó el fundador del conjunto que lleva su nombre, explicando el papel de la Inteligencia Artificial en la interpretación.
Jupolli ha destacado que este proyecto es sólo una fase inicial de una visión artística mucho más amplia que pretende desarrollar, construyendo un nuevo lenguaje musical que reúna diferentes elementos estilísticos y energía colectiva.
"Creo que unirlo todo es un reto, reunir lo que he estado trabajando durante tanto tiempo. Esto tampoco lo es, es una fase de lo que quiero desarrollar. Este material que escucharon es solo el primer álbum y es específicamente esta música para esa época y ese período. Es un material diferente que se ha desarrollado desde 2017 en París hasta hoy, y estoy trabajando para darle vida, pero aún no está en su forma original; esta es una fase que ha alcanzado", dijo Jupolli a KOHĖN.
El vestuario y la estética escénica, según él, surgen de un deseo de larga data de explorar profundamente el espíritu del folclore local, a través de un nuevo enfoque conceptual y emocional.
"El vestuario es un deseo que tengo desde hace mucho tiempo de tener un conjunto que interprete la música que hago, la cual desarrollamos juntos. Así que esta fase y este álbum forman parte del primer álbum, que promocionaremos entre agosto y septiembre. Estamos terminando la mezcla del álbum; creo que así de cercana es esta música. Surge del deseo de explorar esa metaenergía del folclore que llevamos dentro", dijo.
Ha subrayado que el objetivo principal del conjunto es ofrecer una experiencia sincera, compartida y profundamente espiritual, que combine géneros, orígenes e identidades musicales en una comunidad única de sonidos.
Espero que les haya gustado. Nuestro objetivo es ofrecer algo muy sincero de nuestro trabajo, de nuestra alma, de nuestra comunidad musical. Aquí hay músicos de diferentes escenas, con diferentes afinidades musicales; también hay gente a la que le gusta el jazz, el metal, la música clásica, que nunca han hecho música juntos, así que intentamos crear esa música juntos —añadió Jupolli—.
Granit Havolli, baterista del conjunto "Liburn Jupolli", ha descrito la experiencia en este proyecto como un desafío no en el aspecto técnico de la interpretación, sino en el concepto de composición en sí.
"El desafío quizás no esté en la forma en que interpretamos los instrumentos, sino en cómo se organiza el concepto. Es decir, si se compone este tipo de música, lo cual dificulta un poco incluso los géneros musicales que se entrelazan. Quizás ese sea el mayor desafío: entender el concepto que queremos presentar", declaró el baterista Havolli a KOĞAN al finalizar el espectáculo.
El trompetista del conjunto, Fisnik Behluli, expresó su entusiasmo por el concierto, describiéndolo como un placer especial. Como miembro del conjunto desde su fundación, destacó la extraordinaria energía que se despertó entre los músicos durante la actuación.
"Fue un gran placer esta noche colaborar y tocar en concierto con este conjunto, del que formo parte desde su fundación. El conjunto desplegó una energía extraordinaria esta noche, y espero que el público la haya recibido con agrado y la haya disfrutado con nosotros", dijo el trompetista Behluli.
La música que crea este ensamble no está sujeta a las divisiones tradicionales de género, sino que las abarca, creando una nueva forma que desafía la forma misma de entender la música, y además de esta experimentación, el festival “FemArt” en esta edición, que continuará hasta el 21 de junio, trae conciertos de varios tipos y otros estrenos, talleres y discusiones sobre el concepto de que la mente es terreno fértil para nuevas ideas.