EXPRÉS

La Bienal de Dibujo fusiona culturas en un lenguaje artístico común

La escena artística internacional, concretamente el dibujo como medio, se fusiona con el arte albanés en la tercera edición de la Bienal Internacional de Dibujo de Pristina. El evento, que cada vez va tomando más forma en cada organización, este año ha demostrado su eco más allá de las fronteras. Un total de 34 artistas se han sumado este año a la narración del evento.

Hay diferentes estilos y espíritus. Pero el arte visual como medio los une. Como es tradicional, en la noche inaugural del evento se anunciaron tres ganadores por sus trabajos.

La artista Aleksandra Gieraga ganó el gran premio titulado "Gjelosh Gjokaj". La obra del artista polaco multidimensional parece tan abstracta como poética. Sobre el fondo blanco, toda la narrativa se construye con marcas negras.

También han sido premiados por sus trabajos el polaco Andrzej Brzegoëy y el croata Igor Modric. El trabajo del primero es como un mapa de visas. La obra de Modriq, por otro lado, muestra dos cuerpos de personas diferentes. La técnica es puro dibujo en las obras de ambos artistas.

En algunas de las obras hubo una combinación de técnicas que, según el jurado, no pudieron tenerse en cuenta en su valoración.

El jurado estuvo compuesto por la artista croata Marion Richter, el profesor de diseño gráfico Agim Salihu y el profesor de escultura Artan Peqini.

Este último ha dicho que muchos de los trabajos que estaban bastante bien hechos no fueron tenidos en cuenta en la evaluación, ya que iban más allá de la técnica del dibujo.

"Creo que es una exposición muy interesante, muy sutil, porque se basa en un solo medio, que es el dibujo. Nosotros como jurado hemos intentado ceñirnos a este medio. Hay mucho buen trabajo aquí, pero desde el punto de vista de la expresión, del medio, van más allá de la técnica del dibujo y por eso no resultaron ganadores. En este caso hemos respetado la técnica del dibujo, hemos intentado juzgar las tres técnicas de dibujo más destacadas y cuáles fueron las tres obras seleccionadas en base a nuestra valoración".

Cada obra expuesta dentro de la Bienal de Dibujo en la Galería de la Facultad de Artes ha sido una narrativa única.

Algunas se asemejan a construcciones arquitectónicas y otras que tienden a emerger de la superficie de la obra mediante el uso de textiles. Todo esto deja claro que algunas de las obras en realidad no tienen cabida en una bienal dedicada íntegramente al dibujo como medio.

Las obras parecen comunicar, pero también chocan con las de artistas internacionales. Hay 19 artistas extranjeros y 15 locales.

El artista Albulen Neziri expuso en la Bienal la obra "Vibrimi", una obra abstracta creada este año.

"Una técnica combinada de acrílico sobre tela, pero también gráficos y varios tipos diferentes de rotuladores. Es un tema abstracto. La vibración es uno de los temas que abordo últimamente, pero con mayores dimensiones. Ésta es una de las obras de menores dimensiones”.

La exposición contó con dos comisarios. Nysret Gjurkaj se ocupa de las obras de artistas internacionales, mientras que Zeni Ballazhi se ocupa de las de artistas locales.

Ballazhi en el escenario expresó que trabajar con dos curadores en un solo concepto era difícil. Dijo que el espacio de la Galería de la Facultad de Artes de Prishtina los ha limitado a la inclusión de un mayor número de artistas.

La pasada edición, la Bienal Internacional de Dibujo tuvo lugar en la Galería Nacional de Kosovo. Kamuran Goranci, presidente de la Asociación de Artistas Visuales de Kosovo, que organiza la Bienal Internacional de Dibujo, dijo que este año el GKK rechazó el evento, pero anunció que el municipio de Pristina ha hecho de la Asociación su sede, dándole un espacio asegurado en el Palacio de la Juventud.

Goranci dijo que este año se observó una especie de eco del evento a través de la mayor participación en número de artistas internacionales.

"Este año, el eco de esta bienal ha aumentado. Lo ha llevado a un nivel mucho más amplio a nivel internacional. Este año contamos con 23 artistas internacionales y 11 son de Kosovo. Este número demuestra que la bienal está tomando su internacionalización. El dibujo es una construcción sensible, no es pintura. Allí se estudia el visado, muchos creadores y personas no lo entienden, pero los jurados profesionales lo destacan y lo valoran”.

También se exhibió una de sus obras, pero quedó fuera del concurso de la Bienal.