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Murió el pintor académico Rexhep Ferri

Su legado pertenece a la generación que sentó las bases del arte visual en Kosovo. La creatividad pictórica de Rexhep Fer se ha revelado a los centros de arte europeos desde los años 70. Su legado como artista, que incluye pintura, poesía, prosa y ensayos, lo ha convertido en uno de los artistas más destacados de Kosovo.

El académico Rexhep Ferri falleció el jueves. Tenía 86 años.

Las pinturas de Ferri son la mejor guía de su vida. Se encuentran mitos y leyendas en cada una de las obras de creatividad que abarcan casi siete décadas.

Se le considera uno de los artistas que, además de su creatividad, también hizo una gran contribución a la educación de generaciones.

"Ferri era una persona especial, un pintor, pero yo diría un artista completo que al mismo tiempo conocía todos los campos del arte como debe ser un verdadero artista", afirmó el académico Eqrem basha.

Akademik Ferri nació en Kukës en 1937. En 1958 terminó la Escuela Superior de Arte de Peja. En 1962 publicó sus primeros poemas, del ciclo "Weary Walkers" en la revista literaria "Jeta e re" de Pristina. En 1966 se graduó en el Departamento de Pintura Monumental de la Academia de las Artes de Belgrado, mientras que en 1970 completó sus estudios de posgrado en la Academia de las Artes de Belgrado. En 1971 recibió el Premio del Año de la Asamblea de Kosovo por su contribución al campo de las artes visuales. En 1974 fue elegido profesor de la Academia de Artes Visuales de Pristina.

Miembro correspondiente de la Academia de Ciencias y Artes de Kosovo fue elegido en 1996, y miembro titular en 2000.

Su biografía incluye exposiciones personales en Kosovo, la antigua Yugoslavia, pero también en Francia, Italia, Alemania, Turquía, Egipto y otros países.

"En mi opinión, el trabajo de Ferri destaca por un enfoque yo diría moderno, un enfoque que camina en una línea entre la abstracción y lo concreto. Es un pintor figurativo, pero en su figura desarrolla una extraordinaria dinámica del dibujo", afirmó Basha. 

Dedicaría su vida a la pintura. Sus personajes son monumentales. Quería que hablaran a través de su silencio.

"Dediqué mucho tiempo, muchos años, a pintar. Intenté expresarme con mis propias palabras. Incluso si no están muy maquillados o con maquillaje como los llamas ahora. No me gusta el maquillaje. No me gusta mucho el maquillaje en la vida y tampoco me gusta el maquillaje en el arte. Se necesita espiritualidad”, declaró Ferri en una entrevista en 2020.

Dio vida a lo espiritual en sus pinturas. Las ha transformado en metáforas que pueden leerse desde diferentes perspectivas, haciéndolas permanentes.