El Centro de Estudios de Seguridad de Kosovo (KCSS) ha evaluado que la doctrina de seguridad nacional de Serbia se ha convertido en un instrumento para institucionalizar la hostilidad hacia Kosovo, al tiempo que profundiza la cooperación estratégica con Rusia y China.
Según el informe, que analiza cómo la doctrina de seguridad de Serbia ve a Kosovo, este desarrollo tiene el potencial de socavar los intereses de la UE y la OTAN en los Balcanes Occidentales.
Una declaración de KCSS sobre el informe afirma que, según los hallazgos, detrás de la retórica de la "neutralidad militar", Serbia está inculcando sistemáticamente una narrativa antioccidental y tratando la condición de Estado de Kosovo como una cuestión de seguridad para justificar un comportamiento agresivo.
En teoría, la doctrina presenta a Serbia como un Estado que busca el equilibrio entre Oriente y Occidente. Sin embargo, los investigadores del KCSS enfatizan que esto es una fachada. En realidad, Serbia sigue una política de dos vías: interactuar selectivamente con Occidente para obtener beneficios económicos y políticos, y al mismo tiempo profundizar sus alianzas militares, económicas e ideológicas con potencias autoritarias como China y Rusia, afirma el comunicado.
Entre los elementos más preocupantes de esta doctrina está la adopción por parte de Serbia del concepto de "Defensa Total", un modelo que se dice militariza la sociedad y difumina la línea entre los sectores civil y militar.
"El informe advierte que este enfoque podría aumentar el riesgo de inestabilidad en la región, especialmente en un contexto en el que Serbia sigue presentando a Occidente —en particular a la OTAN, la UE y la sociedad civil— como instrumentos de intervención extranjera", señala el comunicado.
El informe pide una respuesta proactiva de los actores occidentales, pero también del propio Kosovo. Insta a la OTAN y a la UE a adoptar un enfoque más coordinado y coherente hacia Serbia, “incluidos mecanismos de condicionalidad que vinculen el apoyo financiero y político al cumplimiento de los estándares democráticos y la armonización de la política exterior con la de la UE”.
También se recomienda que Kosovo fortalezca su postura diplomática y mejore la coordinación con aliados clave, para ser percibido como un actor normativo en la región.
El informe se titula "¿Cómo ve la doctrina de seguridad de Serbia a Kosovo, Occidente, Rusia y China?" y su autor es Ramadan Ilazi, jefe de investigación del KCSS.