La primera acusación formulada por la Fiscalía Especial por espionaje ha pasado el primer filtro. La sentencia del Tribunal de Primera Instancia de Pristina confirmó la sospecha fundada de que Bedri Shabani y Muharrem Qerimi cometieron el delito de espionaje. La sentencia afirma que también existe una sospecha fundada de que Sërgjan Rosiqi es un agente de la BIA, al tiempo que rechaza las objeciones de la defensa de Qerimi, según las cuales se trata de comunicaciones privadas y que no hay nada clasificado como secreto de Estado.
El Tribunal de Primera Instancia de Pristina ha dado luz verde a la primera acusación presentada por la Fiscalía Especial por el delito de espionaje.
En la sentencia emitida el 30 de abril, el Tribunal Supremo determinó que existe una sospecha fundada de que Bedri Shabani y Muharrem Qerimi han participado en espionaje como parte de la Agencia de Inteligencia de Seguridad de Serbia (BIA).
El abogado de Qerimi, Betim Shala, afirmó que el acusado no puede ser acusado de espionaje porque no proporcionó información clasificada, pero el tribunal consideró que en esta etapa la evaluación de la fiscalía es válida.
El tribunal se basó en un artículo del Código Penal que no especifica si los datos que una persona proporciona a un servicio extranjero deben ser clasificados o no.
En cuanto a la recopilación de información, de las pruebas mencionadas, así como de las demás adjuntas al escrito de acusación, se desprende que se ha recopilado información sobre asuntos de importancia estatal y sobre personas que ocupan cargos públicos, y que existe una sospecha fundada de que la ha transferido a funcionarios de la BIA. Por consiguiente, existe una sospecha fundada de que las acciones del acusado Muharrem se complementan con estos elementos, según el fallo del Tribunal de Primera Instancia.
Incluso en relación con Bedri Shabani, el tribunal ha determinado que existe una sospecha fundada de que envió información de importancia estatal a la BIA serbia.
La defensa de Shabani ha afirmado que los documentos de la fiscalía no prueban que Sërgjan Rosiqi, con quien Shabani supuestamente se comunicó, sea un funcionario de la BIA. Pero el tribunal cree que él es parte de la BIA.
"... el tribunal considera que, a partir de las pruebas mencionadas anteriormente, así como de las adjuntas a la acusación, existe una sospecha fundada de que Sërgjan Rosiqi es miembro de la BIA serbia", afirma el fallo.
La fiscalía sostiene que, además de Rosic, Shabani también tuvo contacto con otro funcionario de la BIA, Bogolub Janicevic, quien tuvo un papel destacado en la masacre de Recak como miembro de las fuerzas policiales serbias.
El abogado defensor de Shabani, Besnik Berisha, dijo que su cliente fue objeto de escuchas telefónicas ilegales, pero el tribunal de primera instancia consideró que la Fiscalía Especial había obtenido las pruebas de acuerdo con la ley y que su evaluación más detallada debería realizarse en la revisión judicial.
Además de Muharrem Qerimi y Bedri Shabani, sospechosos según la Fiscalía Especial de ser espías de Serbia y que se encuentran detenidos, hay otros tres sospechosos.